Los principios siempre son duros

La verdad es que me canso con facilidad, me canso de hacer siempre lo mismo (y que encima no me guste), de estar en el mismo lugar, y rodeada de la misma gente. ¡QUIERO CAMBIOS A GRITOS! ¡EMOCIÓN! ¡AVENTURA! ¡RIESGOS! Me gustan los comienzos y los cambios; los veo como una manera de poder empezar desde cero y de poner en práctica lo aprendido en etapas anteriores para hacer de esta nueva, una mejor etapa. Pero claro es muy fácil decirlo, es muy fácil decir algo que nunca antes has experimentado, hablas sin saber. Hay gente que se paraliza tan solo de pensar en tener que volver a empezar de nuevo y prefieren lo seguro, algo que saben manejar. Sin embargo... ¿que pasa si no eres tu quién decide el cambio?

Como sabéis hace un tiempo decidí ir a por un cambio en mi vida. Miré diversas alternativas para hacer durante este año, y cuando ya tenia todo planeado para este año... VINO EL CAMBIO. El cambio que me revolvió todos mis planes, y me hizo elegir entre, quedarme en mi tierra haciendo algo, o irme a la otra punta de España a probar algo que tal ve me gustaría. Me lance a la aventura y pasados dos días estaba allí, aunque nunca pensé que fuera tan difícil.

Era la chica nueva, en un lugar nuevo sin nadie conocido a mi alrededor. Además de que llevaba retraso en las clases por mi incorporaron de última hora. Nunca pensé que fuera tan difícil. Pasaban los días y me sentida cada día más incómoda, fuera de lugar. Muchas veces me torturaba a mi misma haciéndome la pregunta de que si la elección que había escogido era la correcta, que si merecía la pena. Pero tras varios días, me fui mentalizando de que estaba estudiando algo que me me gustaba, que me encanta de hecho. Entonces tenía que ser fuerte, tirar para delante y ser yo misma. Mirar a mi alrededor y pensar que podría estar peor, que de hecho hay gente que lo esta pero siguen viviendo cada día con la esperanza de que mañana podría ser mejor, ¿por lo tanto porque no puedo hacerlo yo? Tener unos días malos, no significa que tengas una vida de mierda ya vendrás otros mejores, mientras tanto a sonreír, tirar para adelante y dar lo mejor de ti.

En definitiva esta vida es cada vez más sorprendente, y a día de hoy, me siento más cómoda, como en casa, he podido conocer a todos mejor y establecer relación con ellos. Al final todo ha dado un giro en el sentido correcto, y he aprendido que los principios siempre son duros, pero que por eso no debemos de echarnos atrás, tenemos que tirar para adelante y luchar por eso que queremos.