timidez

1. Ese momento en el que te cruzas con un conocido por la calle.
No hace falta ni que te caiga mal o que tengas algún problema con él, la vergüenza es patológica: compañeros de clase, de curro, conocidos... todos dan palo. No sabes qué decir, qué hacer, dónde esconderte. ¿Y si te ve esconderte? ¡Qué vergüenza! Mejor coges el móvil y pasas con la cabeza agachada.

2. Cuando te presentan a alguien.
Para empezar dar dos besos ya es una angustia. ¿Se acercará el otro? ¿Me acerco yo? ¿Y si le doy demasiado fuerte? Después viene la típica conversación random que para ti, tímida patológica, supone todo un reto.

3. Cuando alguien te dice algún cumplido.
Se supone que te tienes que sentirte bien, pero entre lo roja que te pones y qué no sabes qué responder es una de las peores situaciones que puedes vivir.

4. Participar en una conversación grupal.
Primero, encontrar el momento adecuado de meterse. Luego a ver qué dices, porque igual a alguien le parece una chorrada. Y cómo se te ocurra soltar algo gracioso, la tensión se te pone por las nubes. Imagínate que no se ríen, uff! qué agobio.