Malas costumbres

Tenemos la mala costumbre de dejar todo para luego, de reír poco y esperar a mañana.
Tenemos la mala costumbre de usar los luego y no los ahora. Luego te llamo, luego te escribo, luego te contesto, luego nos vemos... Y obviamente nunca llamo, nunca escribo, nunca contesto y nunca nos vemos.
Tenemos la mala costumbre de defender al malo y descuidar al bueno. De mantener en nuestra vida “amigos” porque sí, llenando nuestras agendas de compromisos a los que realmente no queremos ir.
Tenemos la mala costumbre de sentirnos mal por decir no y de creernos mejores por decir si.
Tenemos la mala costumbre de esperar a un cáncer, a una mala noticia o a una llamada de que alguien querido se nos fue, para tomar las riendas de nuestra vida y empezar a apreciar cada amanecer y atardecer, cada luna llena, cada lluvia y tormenta...
Tenemos la mala costumbre de olvidar que los pequeños detalles importan, que son estos los que construyen grandes caminos y que cada Lunes, puede ser el mejor día de la semana.
Tenemos la mala costumbre de quejarnos por todo, y no valorar lo que tenemos. De culpar siempre al otro, porque nosotros nunca hacemos nada.
Tenemos la mala costumbre de trabajar demasiado, y vivir poco. De comer más de lo que nuestro cuerpo necesita, y desperdiciar lo bueno.
Tenemos la mala costumbre de fumar mucho y respirar a medias.
Tenemos la mala costumbre de ir caminando sin mirar nuestro alrededor por el hecho de que andamos pegados a nuestro smartphone. ¿Alguna vez te has fijado en los paisajes por donde pasas a diario?
Tenemos la mala costumbre de empezar el gimnasio la semana que viene. De cuidarnos cuando ya es demasiado tarde y de tomar vitaminas cuando estamos enfermos.
Tenemos la mala costumbre de creer que la suerte de aquella chica perfecta es nuestra desdicha.
Tenemos la mala costumbre de medirnos por nuestros estudios o por nuestra altura. De confundir la belleza con la delgadez y de creernos que no somos capaces de conseguirlo, porque alguien una vez nos hizo creer eso.
Tenemos la mala costumbre de escuchar poco y hablar demasiado. De dar consejos sin podernoslos aplicar a nosotros mismos. 

Quiere ahora, no mañana.